Un transporte más ligero: la importancia de la reducción de peso como medida de sostenibilidad
El futuro del transporte sostenible, rentable, y ecológico está cada día más cerca gracias a los constantes avances e innovaciones dentro de la industria de la automoción. Sin embargo, no ha sido un recorrido sencillo, ni evidente, pues durante las últimas dos décadas de perfeccionamiento que ha sufrido la industria, se han tenido que salvar decisiones que han marcado el presente.
Si el genio de la lámpara nos concediera un deseo para construir el mejor vehículo del mundo, seguramente pediríamos más velocidad, mejor manejo, o menor consumo, pero ¿quién pediría menor peso?
Uno de los obstáculos principales a los que la industria se lleva enfrentando desde hace décadas es el constante aumento de peso de los automóviles, sin embargo el peso es la clave para dar solución al rompecabezas que suponen los vehículos y transportes del siglo XXI. Éste problema apareció hace ya 20 años, y seguramente en el futuro éstas dos décadas sirvan como aviso a navegantes sobre los tres problemas que dificultaron la transición sostenible y ecológica a la que hoy debemos de enfrentarnos para continuar con el progreso en la industria.
La primera pieza del rompecabezas fue que la gente pedía vehículos más equipados, con asientos más cómodos, calefactados, lujosos, habitáculos insonorizados, sistemas de sonido envolvente y un largo etcétera de extras que todos queríamos incluir, pero que tendrían un elevado coste: el aumento del peso.
La segunda pieza fue que los fabricantes del sector de la automoción vieron que en el mercado solo se vendían los vehículos que puntuaban 5 estrellas en las pruebas de seguridad, y durante un tiempo fue lo único que importaba, por ende, diseñaron todo alrededor de dichas pruebas. Por desgracia, eso significó añadir todavía más peso a los vehículos.
Por último, la tercera pieza del rompecabezas es una consecuencia irremediable de los dos primeros problemas, y es que después de todo, descubrimos que nuestros medios de transporte… se habían vuelto bastante lentos. Por tanto, la opción más rentable fue poner motores más potentes, con piezas más grandes y pesadas que aguantasen las nuevas potencias. Sin embargo, por desgracia, muchos años y cambios después, el vehículo se ha convertido en un lastre económico, ambiental, y social.
Sin embargo, la industria poco a poco está cambiando debido a diversos factores políticos, económicos, y ambientales, y sobre todo gracias a la introducción a gran escala de nuevos materiales que van a reducir el peso general de los vehículos para adecuarse a las nuevas reglamentaciones.
¿Qué va a significar la reducción de peso en la industria del transporte y la automoción?
El “lifting” que van a sufrir estas dos industrias afectará positivamente a todas las demás, pues los vehículos de transporte podrán volver a montar motores más ligeros y menos contaminantes, e incluso incluir baterías eléctricas, lo que a su vez aumentará el rango de estos vehículos y reducirá el número de emisiones y partículas contaminantes.
No solo eso, al reducir el tamaño general de los componentes, se liberará espacio de carga, permitiendo llevar más mercancía en el mismo volumen que antes, y con vehículos más ligeros podremos volver a tener mayores velocidades, mejor manejo y conducción, menores consumos y gastos, y vehículos más seguros.
Estamos cerca de revertir la situación de éstas dos últimas décadas, mediante el avance tecnológico que supone la aparición de nuevos materiales compuestos, junto con la evolución e innovación provenientes de la industria de la automoción y aeroespacial, las problemáticas y rompecabezas que impedían el avance se van superando, y ya se vislumbra un futuro más sostenible, rentable, y productivo para todas las industrias, gracias a los grandes cambios que se están produciendo.